Fisioterapia pediátrica en Córdoba

Las deformidades craneales tienen varias causas, una de ellas es cuando el bebé pasa demasiado tiempo en una misma posición, o por otro lado desde el nacimiento, lo que causa un aplanamiento de un lado de la cabeza. Aunque es común y a menudo no dolorosa, puede afectar la simetría facial y el desarrollo motriz si no se trata a tiempo. La fisioterapia ayuda a corregir la postura del bebé, con una valoración inicial y un tratamiento adecuado, fortaleciendo los músculos del cuello y estimulando un desarrollo motor equilibrado, previniendo complicaciones futuras.

La tortícolis muscular congénita se caracteriza por el acortamiento del músculo esternocleidomastoideo, lo que provoca que la cabeza del bebé se incline hacia un lado y dificulte su movilidad. Esta condición puede llevar a asimetrías posturales si no se trata. La fisioterapia es esencial para estirar y fortalecer los músculos del cuello, mejorando la movilidad y simetría, y ayudando a prevenir la aparición de deformidades craneales secundarias, como la plagiocefalia.

Para los bebés que sufren de displasia de cadera, la hidroterapia permite realizar movimientos controlados que ayudan a fortalecer los músculos y mejorar la movilidad sin la presión que normalmente ejerce la gravedad. El agua facilita la movilidad articular y contribuye a una recuperación más rápida tras el tratamiento con arnés o cirugía. Además, la flotación en el agua disminuye la carga sobre las articulaciones, ayudando a prevenir futuras complicaciones como el dolor o la rigidez.

Los bebés prematuros, al nacer antes de completar su desarrollo, suelen tener problemas en su sistema respiratorio, muscular y neurológico. La hidroterapia ofrece un entorno donde la respiración se ve mejorada gracias a la presión suave que el agua ejerce sobre el pecho, lo que fortalece los pulmones. Además, el agua ayuda a desarrollar el sistema muscular y motor, facilitando movimientos que serían más difíciles fuera del agua. Esta estimulación sensorial temprana también contribuye a mejorar el desarrollo neurológico y el equilibrio del bebé​.

El pie zambo es una deformidad congénita en la que uno o ambos pies del bebé están girados hacia adentro y hacia abajo. Si no se corrige, puede afectar gravemente la capacidad del niño para caminar correctamente. La fisioterapia es crucial en el tratamiento, a menudo junto con el método de Ponseti (yesos correctores), para mejorar la alineación de los pies, fortalecer los músculos y prevenir la recurrencia de la deformidad.

En bebés con parálisis braquial, que afecta los nervios encargados del movimiento y la sensibilidad del brazo, la hidroterapia es especialmente útil. El agua permite realizar ejercicios suaves y controlados que ayudan a recuperar la movilidad, mientras se evita la presión en las articulaciones afectadas. Los movimientos acuáticos estimulan el sistema nervioso, promoviendo la recuperación de los reflejos y la fuerza en el brazo afectado​.